En la tercera semana de confinamiento, el mundo del deporte se ha pronunciado en muchos frentes pero siempre hacia una misma dirección, la suspensión o cancelación de eventos y la toma de medidas para aplacar la dura situación económica que se avecina. Los ERTE de los equipos, el aplazamiento de los JJOO de Tokio para el 2021 y la suspensión de los procedimientos electorales de las federaciones deportivas españolas son sólo tres de los cientos de noticias que se suceden. Ahora bien, poniendo el foco en el deportista, ese que no juega ni al fútbol ni al baloncesto y que prácticamente vive de su beca ADO y de sus patrocinadores, a los que cuida con cada publicación en RRSS, cabe hacer varias reflexiones:

1. ¿Qué ocurrirá con las becas ADO? El programa ADO nutre las cuentas bancarias de muchos de nuestros deportistas. La tendencia de este programa ha sido descendente, siendo su presupuesto para los JJOO de Londres 2012 de 51 M€, 36 en los JJOO de Río 2016 y para los de Tokio se preveía un presupuesto de tan solo 22 millones de euros. (Ver noticia). Pues bien, si el Plan ADO viene flaqueando desde hace años, principalmente por la falta de patrocinadores que sostengan su viabilidad, y además se prolonga la campaña olímpica, pasando de ser de cuatro años a cinco, ¿cómo se aseguran los importes de las becas? Pues bien, el CSD ha publicado la convocatoria de ayudas a las federaciones deportivas por importe de 50M€, de los cuales 1,3 irán destinados a los deportistas. No obstante, ya el presidente del COE, Alejandro Blanco ha afirmado que después de esta crisis y de cara al futuro del Plan ADO, reina incertidumbre, pues es bastante probable que no puedan mantenerse los importes de las becas. En la situación actual es normal que aumente la incertidumbre y surjan problemas para alimentar este plan ADO nacido en los años 80, pero la verdadera pregunta es, ¿cómo se ha pasado de los 51M€ en 2012 a los 22M€ en 2020? ¿por qué cada vez más empresas abandonan el Plan ADO? DESCARGAR CRITERIOS GENERALES DE LAS BECAS ADO "TOKIO 2020" 2. ¿Qué ocurre con los contratos de patrocinio? Los deportistas, quien más quien menos, percibe dinero o bienes y servicios de sus patrocinadores. Estas ayudas son una fuente importante de tranquilidad económica para todos, y más para los que tienen becas más modestas. Supongamos que un deportista tiene contrato de patrocinio para el ciclo olímpico 2016-2020 por una cantidad de dinero, por ejemplo, 10.000€. Es evidente que, para el patrocinador, a pesar de que no podrá ver su marca representada directamente en los JJOO (porque los JJOO sólo permiten la visibilidad de las marcas que patrocinan los propios JJOO), es el hito más importante del contrato, que su patrocinado esté en esos JJOO y que la audiencia sepa que el patrocinador, la marca, lo ha ayudado a llegar ahí. Al aplazarse los JJOO hasta 2021, ¿qué ocurre con este contrato? Pues bien, en primer lugar dependerá de cómo esté redactado y qué haya previsto. Pero casi con total seguridad no se habrá previsto el aplazamiento de los JJOO por causa del coronavirus. En este sentido, anticipando la conclusión, lo que se debe hacer es tener sentido común entre ambas partes, sentarse a negociar y llegar a un acuerdo que se anexe al contrato, ambas partes deberán ceder. Evidentemente, al deportista le interesará ampliar el contrato un año y que la cuantía económica por la publicidad se vea aumentada en su parte proporcional (si 10.000€ eran por 4 años, por 5 años correspondería la suma de 12.500€), por su parte la empresa patrocinadora alegará que el golpe de la crisis le imposibilita incluso para llegar a los 10.000€ inicialmente pactados. Ante las posiciones negociadoras contrapuestas caben sólo dos opciones, o bien llegar a un conceso en lo temporal y económico (aquí existen muchas opciones, desde hacer un pequeño anexo al contrato hasta hacer un contrato totalmente nuevo y con condiciones totalmente distintas) o bien resolver el contrato dado que existe justa causa por una situación sobrevenida de fuerza mayor. Lo interesante para ambas partes siempre será mantener la relación, sobreviviendo al coronavirus, siempre y cuando exista una negociación formal que desemboque en un nuevo acuerdo entre las partes. Lo mejor, siempre, es remar juntos.

3. Necesidad de despublificación y reforma de la ley de mecenazgo. Ya el Gobierno tuvo que salvar el Plan ADO modificando la ley de financiación de RTVE, disponiendo así que "las campañas de patrocinio de empresas destinadas al desarrollo de los programas ADO y ADOP y que no supongan un beneficio económico para la Corporación de Radio Televisión Española no serán consideradas publicidad" ante la sanción de la CNMC de 341.280 euros por la emisión de campañas publicitarias de nueve empresas socias y patrocinadoras del Plan ADO. y por otro lado, LaLiga, con su aportación por los derechos económicos de las retransmisiones audiovisuales ha supuesto un respiro para el Plan ADO. Dos pequeños ejemplos de que es necesaria la entrada de capital privado en el deporte a través de un cambio de régimen hacia su privatización, todo ello en aras de su propia supervivencia ya que estamos viendo que el Plan ADO ya no es atractivo para las empresas. Es decir, el capital privado necesita mayores alicientes para invertir en el deporte, sobre todo de tipo fiscal, y esto es así porque además actualmente el deporte NO competitivo está en auge, año a año se reducen las cifras de federados y en cambio se construyen nuevos gimnasios y servicios, actividades y experiencias de deportes "no oficiales" o más bien, fuera del ámbito federativo. El intervencionismo del estado en el deporte cada día está menos justificado. El ejemplo lo tenemos en otros países más fuertes que España en el deporte y con una injerencia muchísimo menor, como en EEUU o el Reino Unido.